Héctor “El Father” asegura que el reggaetón está en un buen momento, pero no por eso hay que descuidar la calidad de los proyectos discográficos que salen a la venta. “No podemos caer en la mediocridad por vender discos. Hay que trabajar y hacerlo bien. Antes nos preocupábamos por educar a la gente con nuestra música, ahora contamos con un público más que educado y exigente. Los nombres ya no venden, lo que vende es el trabajo bien hecho, el que puedes escuchar de principio a fin”, dijo de primera instancia el rapero.
El artista, que acaba de lanzar al mercado el álbum “Los Rompediscotekas”, explicó que la responsabilidad de que un proyecto quede bien o mal recae tanto en el productor como en el talento, tanto así que escoge con pinzas los artistas a quienes apadrina, entre los que figuran los noveles Yomo (el que aseguró está establecido), Ariel, Kartier, Algarete, Big John y Trébol Clan. “Todos estos muchachos tienen algo diferente y atractivo en términos de estilo. No me fijo sólo en su música, sino en su habilidad para componer, porque el reggaetón es antes que nada la voz del pueblo. La gente me critica cuando escojo a mi gente, pero lo que no saben es que a mí me cerraron muchas puertas cuando empecé, pero hubo alguien que me las abrió. En este caso por mi propia satisfacción, quiero ser el que le abra las puertas a los que pueden cargar con las riendas de este género en un futuro”, manifestó.
“He visto a muchos de mis colegas caer por pensar que con una o dos canciones podían hacer maravillas. Por eso personas
El artista, que auguró que “Los Rompediscotekas” ocupará los primeros lugares en las listas de preferencia por su contenido, destacó que la clave de su éxito estriba en que es fanático
“Los Rompediscotekas” cuenta con 15 canciones inéditas entre las que figura el sencillo “Here we go yo”, en el que intervienen “El Father” y Jay Z. El resto del repertorio es una fusión entre el reggaetón nativo y el hip hop norteamericano, al combinar las voces de los artistas de Héctor y los del afamado productor neoyorquino.
Por: Rita Portela López
EL VOCERO
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